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RAFAEL ANTONIO FIGUEROA ORTIZ AMIGO DE MI INFANCIA

Amador Millán Gil
29 abr 2017
2 Min. de lectura

Como recuerdo mi infancia, la felicidad cuando éramos niños, como quisiera que estas generaciones vivieran igual como vivimos nosotros, el modo de ser la gente era distinto, cuando visitábamos o nos visitaban los amigos, vuestros padres también nos consideraban como hijos. Yo me pregunto, ¿QUE HA PASADO? somos los mismos o somos extraterrestres, porque nuestras costumbres han cambiado, ¿por qué no nos queremos como antes? Yo recuerdo a todos mis amigos, éramos entre sí una sola familia, lo que teníamos era de uno al igual que de los demás, cuando yo iba casa de mis amigos o cuando mis amigos venían a mi casa, nuestra madres nos daban la comida y nos trataban llenas de felicidad. No es que yo estoy soñando, estoy diciendo la realidad, RAFAEL ANTONIO FIGUEROA ORTIZ, es el único testigo que me queda, somos como hermanos, nos apreciamos mucho, nos confiamos, uno del otro, vivimos en la realidad. Ayer tuve una gran satisfacción, él, es mi asiduo lector de mis escritos, él es muy inteligente, tuvo suerte de trabajar en la CREOLE, donde habían todas las escuelas para que sus trabajadores quisieran estudiar. Me dijo SACO como nos llamábamos, ¡ERES UN GRAN ESCRITOR! te felicito no tengo nada que objetar. Yo tuve en esa fecha mala suerte, después que me hicieron todas las pruebas en la CREOLE, Fui aprobado satisfactoriamente, y me señalaron un Lunes, la fecha para empezar; pero ese día me quede dormido, llegue tarde y perdí esa oportunidad; pero más tarde fui con Don MANUEL MARIA VASQUEZ a la ciudad de Caracas y se me abrieron las puertas y me puse a estudiar. Gracias a DIOS, que siempre me has acompañado, con mi esposa Albinita, mis hijos, nietos, bisnieto y mis hermanos, que me siento muy feliz, igual con mi amigo RAFAEL, que prácticamente fue mi primer maestro, me explicaba todas las clases, y por último, mis apreciados amigos, también fueron mis Maestros: el Dr. Rómulo Calderón Torres y Dr. Eliazar Guillen Aguiar, que me han ayudado. Muchas gracias, me despido con un abrazo fraternal.