DON EVARISTO AGUIAR
- Amador Milán Gil
- 4 dic 2016
- 3 Min. de lectura

Don Evaristo Aguiar, un catire de ojos azules, un hombre elegante de una admirable personalidad, muy humano y generoso, de descendencia española, nativo de San Juan, en la Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, de buena posición económica. llegó a mi pueblo de Casanay por el año l890 aproximadamente, prácticamente el pueblo de Casanay fue premiado con su presencia ya que sus condiciones humanitarias eran excelentes y muy servicial. Se instaló por el lado Oeste del mencionado pueblo Casanay lindando con la Laguna de Campoma, tal vez escogió este bello pueblo por las condiciones de sus grandes extensiones de terrenos planos. Inmediatamente empezó la siembra de caña de azúcar, cambur, yuca, maíz. etc. Cuando ya contaba con un gran sembradío de caña de azúcar, hizo la negociación de un trapiche para moler la mencionada caña, el cual era movido por una yunta de bueyes, que empezaba a darle vueltas alrededor del sitio donde estaba instalado dicho trapiche, que para su funcionamiento era arrastrada con un armazón de madera que hacia darle vueltas a las masas de dicho trapiche para moler la caña de azúcar y obtener la producción del guarapo, para luego ser cocinado en tres grandes pailas de hierro para su efecto y obtener la producción del papelón.
También, empezó con sus demás cultivos, que en poco tiempo comenzó una gran producción debido a la excelencia de dicho terreno para la agricultura. Esto ocasionó que los habitantes de Casanay, que eran familias muy pobres y viendo las bondades de Don Evaristo Aguiar, todos los días su hacienda se llenaba de muchas personas humildes para solicitar ayuda, las que después de tomar todo el guarapo que quisieran, cuando querían regresar a sus respectivos hogares, les ponían en sus manos varias manos de cambur, yuca, ocumo, auyamas, varias cañas, etc. que se veían en aprieto para llevar el cargamento de verduras que se les regalaba. Al poco tiempo se hizo amigo de los pocos nativos y de las personas que también se habían instalado en nuestro pueblo de Casanay, como fueron los señores Esteban Campos, Chencho Alcalá, José Isidoro Rodríguez, Juan Ramírez Mundaraín, Abdón Romero, Juan Mata (papá de Doña María Mata de Rodríguez), Gaspar Mata, Anselmo Rondón y entre estos señores mi papá Rafael Millán quien después fue su compadre, siendo yo el afortunado de ser su ahijado.
Gozó de una gran popularidad, se casó en nuestro pueblo, tuvo muchos hijos, nietos y bisnietos, se llenó de una bella e inmensa familia y de muchos amigos, que hoy en día permanecen los recuerdos de aquel hombre excepcional que se paseaba por las calles de Casanay y todo el mundo se volcaba para saludarlo con mucho respeto y cariño. Personalmente cuando yo era un niño me quiso mucho, yo siempre iba a su hacienda en compañía de su nieta Albina Velásquez López, quien hoy en día es mi amada esposa, hija de Don Leocadio Velásquez, quien era hermano de Luis Aguiar, María Aguiar de Guillen y Reina Aguiar. Cuando Albina y yo llegábamos a su hacienda, inmediatamente llamaba a un trabajador para que fuera con nosotros y nos alcanzara los cocos tiernos que quisiéramos. Hoy en día su nieto Dr. Eleazar Guillen Aguiar primo de mi adorada Albinita, es nuestro adorado primo y nos queremos mucho. En fin, un sin número de gratos recuerdos, de aquellas vivencias junto a Don Evaristo Aguiar.
Amador Millán Gil Cumaná, 26/11/2016
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